jueves, 18 de febrero de 2010

Los Altos de Jalisco "La Tormenta"

Domingo 31 de enero
9 de la mañana el equipo acostumbrado de sobre ruedas se dispone a empezar la ruta dominical hacia el estado de Jalisco empezando por Lagos de Moreno.
 
Brevemente visitamos la catedral y la plaza principal.
 
Continuamos la ruta pasando por Unión de San Antonio donde la vistosa calle principal rodeada de palmeras nos invito a recorrerla.
 
Al fin llegamos a San Miguel el Alto a degustar un breve refrigerio en la plaza principal donde nos llamo la atención que en la plaza principal se rentan carritos power whells para los niños estoy seguro que varios de nosotros soñamos en algún momento que tener uno.

El clima era inmejorable, un cálido sol que alrededor de las 3 de la tarde se oculto tras unas nubes negras y una vez que tomamos la carretera que nos llevaría a Jalostitlan la lluvia no se hizo esperar haciendo que llegáramos a dicho lugar algo humedecidos y un rato mas y el sol estaba a todo brillo, la plaza principal está rodeada por puestos de diversos productos y cantinitas de puertas abatibles que estaban en su mayor apogeo debido a que al día siguiente no era laborable.
Encontramos un solo restaurante donde satisfacimos nuestro apetito y hasta el antojo.
                 
La idea original era continuar hacia, Arandas, Tepatitlán y Atotonilco.
4.30 pm Así que a rodar se ha dicho, unos kilómetros después la lluvia regreso y decidí detenerme a colocar un impermeable y consensar a donde tomaríamos camino hacia Arandas o regresar a Casa.
                 
El ímpetu de Víctor cobró fuerza y decidió que continuáramos hacia Arandas “Esa es la actitud” No dejaríamos que un chubasco arruinara nuestro viaje.
5.30 estamos entrando a Arandas donde su inconfundible templo nos guía para llegar a la plaza principal.
Unos dulces típicos y un frio insoportable acompañaron nuestro recorrido por la parroquia y plaza principal.
Obviamente no perdimos la oportunidad de consumir el tan famoso rompope de piñón Arandela que se elabora ahí mismo.

   
Alrededor de las 7 de la noche se intensifico la lluvia y se oculto el sol así que decidimos regresar a nuestras fieles y resistente motocicletas y alistarnos para el regreso.
En los primeros km ya sin luz solar y una fuerte lluvia estuve a punto de desistir en continuar el trayecto de retorno. Al principio el agua en mi casco la limpiaba con mi guante pero después se alcanzo a meter el agua al casco y era casi imposible ver, tuve que levantar la parte frontal del casco para poder ver un poco mejor aunque me pegara el frio y lluvia directo en mi cara, después de unos kilómetros se me adormecieron las manos y cara.
9 pm Por fin llegamos a San Julián ya estamos a tan solo unos 80 km de casa pero necesitamos descansar un poco y que mejor que hacerlo tomando un café caliente con pan.
Esa noche se festejaba la feria de la Candelaria así que la plaza principal estaba llena y decidimos quedarnos un rato ahí.
Alrededor de la las 10.15 empezó el regreso a León pasando por San Francisco del Rincón donde por cierto ya terminaron el puente y fue más rápido el transe.
11.45 llegamos a casa directo a tomar un baño caliente.
Dejamos pendiente Tepatitlán y Atotonilco.
Un recorrido de 380 km.
Y alrededor de 15 horas donde experimentamos condiciones extremas para la conducción sobre 2 ruedas y afortunadamente ningún incidente a pesar de varios conductores de autos inconscientes que encontramos en el camino.


jueves, 21 de enero de 2010

Valle de Santiago & Yuriria

Valle de Santiago

Domingo 17 de Enero de 2010.

Temprano por la mañana, después de haber sorteado ciertas vicisitudes la noche anterior, (una pinchadura sin todos los elementos necesarios para repararla) y con apenas unas horas de descanso, Edgar en su Honda Falcon 400 y yo en mi fiel Suzuki DR200 estrenando flamantes alforjas y Top case, pasamos por Alma y nos reunimos en el Arco de la Calzada, por el centro histórico de León Guanajuato. con Andrés que no es ningún otro que el mismísimo “Motoso”, siempre con tan buen talante a bordo de su Honda BROS 150 y con Beto, un compañero de ruta a bordo de una Suzuki EN 125, quien por cierto ya debe estar estrenando una Suzuki GN 125 ¡Felicidades Beto! Que te de muchos kilómetros llenos de aventura y satisfacciones.

Tomamos rumbo a Salamanca, después de atender las indicaciones de varias personas llegamos a Valle de Santiago situado a unos 90 kilómetros hacia el sur de la ciudad de Guanajuato, fundado en 1607, ha sido cuna de personajes y hechos históricos.







Nuestro objetivo era llegar al cráter conocido como “La Alberca”, llamado así porque hace años tenía bastante agua, es uno de trece cráteres que hay en la zona llamada “Lugar de las Siete Luminarias” lugar impresionante, tan grande que se pierden las proporciones, las personas se ven pequeñitas allá en el fondo.




Un par de sándwiches y jugo cortesía de Alma mientras Motoso probaba las cualidades y debilidades de la Honda Falcon NX4.







Unos kilómetros después llegamos a Rincón de Parangueo, visitamos una iglesia que a pesar de parecer abandonada, se sigue oficiando misa en su interior.









El principal atractivo es el lago-cráter, enigmático, de muy singular presencia, similar a un escenario lunar, motivador de leyendas salidas del imaginario popular tantas veces dichas que se dan como verdaderas.

Llegamos al lecho casi seco a través de un oscuro y estrecho túnel de unos 400 metros de longitud. En su deslumbrante interior se cultiva el mosco, insecto que es exportado entre otros países a Alemania como alimento para aves.



El agua es de un alto contenido en salitre motivo por el cual no es utilizada para riego. Pudimos observar a muchas personas hacer ciertos rituales para purificarse y recargarse de energía, sin lugar a dudas fue toda una experiencia.




En un tramo se nos presentó esta montaña de arena y decidimos no dejar pasar la oportunidad de subirla y fue realmente divertido ya que se siente como si fueras sobre lodo con las llantas patinando todo el tiempo.



Después enfilamos nuestras queridas máquinas hacia la Laguna de Yuriria, tristemente contaminada por el lirio acuático, es otro de los cráteres volcánicos que forman las Siete Luminarias, también se le conoce como "Yuririapundaro" o "Lago de la sangre", dicen que el agua se vuelve color rojo si algún desastre está por venir. Cuentan que originalmente esta laguna sirvió para arrojar ahí los cadáveres de esclavos sacrificados, lo que le dio el color y que ahora el alma de estos vuelve a teñirla, incluso se dice que la laguna se encuentra a la misma latitud que el mar rojo (21 grados).




En la ribera de la laguna se encuentra una buena cantidad de puestos de comida, nuestros estomaguitos hambrientos ronroneaban como los motores de nuestras monturas, por lo que nos deleitamos con unos filetes de pescado y unas tostadas de camarón a la diabla, que picaban endiabladamente y que “nos bajamos” con unas coca colas bien frías.

Anunciándose el ocaso tomamos el camino a casa, se antojaba largo debido al cansancio natural por el recorrido y a la desvelada que nos dimos arreglando la llanta. En cierta parte antes de llegar a la desviación a Salamanca, después de rebasar un buen número de vehículos de cuatro y más ruedas perdimos de vista al buen Andrés y a Beto, después supimos que llegaron bien a casa. Las motos se comportan excelente, la DR se siente cada vez más sólida y creo que más rápida.

Continuamos con el sol poniente a nuestra izquierda, pasamos junto a la refinería de Salamanca, debido a un accidente nos desviaron hacia otra carretera, pasamos Irapuato donde vimos otro infortunado accidente, esta vez hubo un motociclista herido.

Más adelante en un oscuro tramo de la autopista nos acompañaron la luna creciente y un brillante lucero, que por cierto a dos días de distancia ya no se observa. Inmerso en mis pensamientos me siento satisfecho, contento, viendo lo acontecido como un lejano sueño y como lo comentamos Edgar y yo con frecuencia, conciente de lo frágiles de nuestras vidas, un descuido propio o ajeno y ya no se es más. Pero no se puede vivir con miedo, por ahí leí: “El miedo llamó a la puerta, la confianza abrió y afuera no había nadie”. Confiemos en que regresaremos, tengamos nuestros cinco sentidos en lo que hacemos, los accidentes ocurren y sus consecuencias pueden ser fatales, pienso en los automovilistas que no solo son descorteses o descuidados sino agresivos con los demás incluyendo a los que andamos en moto. Como decía mi padre q.e.p.d. “Quien maneja tiene que cuidarse y cuidar a los demás”.

Por último les digo que esta hermosa tierra mexicana es una bendición para propios y visitantes, me siento orgulloso y agradecido de ser mexicano, de poder recorrer tan bellos caminos, contemplar tales paisajes y disfrutar de la calidez de las personas que encontramos en nuestras travesías, quienes generosamente nos regalan una sonrisa y a veces un poco de su charla.

Amigos, rueden responsablemente, con mente fría y viento a favor. ¡Hasta la próxima aventura!


lunes, 14 de diciembre de 2009

Abasolo (Peralta) y Pénjamo (Hacienda Corralejo y Plazuelas)

Esta vez damos la bienvenida a Alma una nueva escritora que se une a la labor de compartir con ustedes las aventuras que Sobre Ruedas vivimos.

Disfrutenlo


Domingo 23 de noviembre del 2009, Visita a Zonas Arqueológicas de Pénjamo “Peralta y Plazuelas”, este paseo lo planeo Edgar (mi novio) desde el miércoles anterior, busco la ruta y decidimos partir este día.
Mi novio y su tío Víctor pasaron por mi (Alma) alrededor de las 10:30 am, comenzamos la aventura hacia Abasolo, Edgar y yo viajamos en la Honda NX4 Falcon y Víctor en la Suzuki DR-200, en la Falcon como ustedes conocen íbamos a una velocidad alta (120 km/h), en comparación de la DR (90 km/h) en momentos bajamos la velocidad para que Victor no se nos quedara muy atrás.
Partiendo de León tomamos la carretera hacia Silao después Irapuato camino Abasolo y desviándonos a Pénjamo, hicimos la primera parada alrededor de las 12:30 pm en la zona Arqueológica de Peralta donde vimos las primeras pirámides, realmente no sabíamos por donde entrar y mi novio tomo un camino de terracería con hoyos, piedras ramas, ya saben cómo le fascinan estos caminos a mi amor, que en todo momento estamos a punto de de estar en el suelo, pero como es un excelente motociclista y todo el tiempo va a mi cuidado hace lo posible por que no tengamos ninguna caída, llegamos hasta las pirámides por este camino y llego uno de los vigilantes del lugar y nos indico el camino para llegar al estacionamiento y la entrada principal, pues por el mismo camino volvimos a regresar hasta llegar al lugar indicado, el costo de entrada es de $15.00, se dice que en este lugar las tribus que influyeron fueron: Los Chichimecas “PAME, GUACHICHILES y GUAMARES”.
A esta hora ya hacia hambre, Víctor nos preparo unas tortas que llevamos muy cuidadas en la mochila del tanque de la Falcon y nos sentamos debajo de la sombra de un árbol a disfrutar el almuerzo en la barda de uno de los llamados patios de las pirámides.
Siguiendo la aventura tomamos el camino hacia Plazuelas, pero a mitad de camino entre Peralta y plazuelas, Edgar vio un letrero en carretera donde decía Tequilera Corralejo y unos metros adelante hizo la parada para pedirnos opinión si queríamos visitar la hacienda, decidimos que si y tomamos el camino, eran aprox. las 2:50 pm y cerraban a las 3:00 pm, pero el personal encargado del lugar nos recibió muy amable.






Nos dieron el recorrido por la hacienda que es una maravilla de lugar, con una historia asombrante, es un verdadero viaje al pasado de México.



Vimos desde colecciones de latas de refresco, relojes, maquinas de escribir, etc.






El museo del vino y el tequila, entramos a los almacenes donde tienen las barricas donde se añeja el tequila.



y al final entramos a la tienda donde te dan aprobar el tequila y otras bebidas. Realmente cuando vayan a Pénjamo no dejen de visitar este lugar.




Después seguimos nuestra ruta a plazuelas también llamado casas tapadas, este lugar tiene un pequeño museo donde se exponen diferentes utensilios y armas que utilizaban los habitantes en esta zona los cuales eran al igual que en Peralta Chichimecas.




Saliendo del museo pasamos a la zona arqueológica que subimos una pequeña montaña y llegas a las pirámides y hay una vista muy padre en estos dos lugares las construcciones son diferentes, el costo en este lugar es de $20.00 pero los domingos no cobran o sea que nos ahorramos la entrada.


















Salimos de este lugar a las 6:00 pm. Tomando nuevamente el camino de regreso ya teníamos hambre y decidimos partir a León, llegamos al centro de Irapuato y decidimos parar a comer, yo tenía ganas de pozole y gorditas pero no encontramos ningún lugar donde disfrutar de esta deliciosa comida mexicana y decidimos optar por comer una rebanada de pizza con refresco y papas en un CIAO, terminamos y estuvimos en la plaza principal viendo a unos chavos que en un monumento trepaban para hacer malabares… que cosas verdad jamás hubieran imaginado los diseñadores de esa estructura en que iba a terminar.


Tomamos nuevamente a León, en todo el camino no habíamos tenido percances de ninguno y ohhh!!! Sorpresa alcanzamos un tráiler que olía espantoso a llanta quemada y justamente cuando nos acercamos a el por el lado derecho, la caja de carga se fue de lado parecía que se venía hacia nosotros, si que nos asustamos, pero gracias a Dios, no paso del susto.
Llegamos a León alrededor de las 9:45pm fue una aventura larga pero muy divertida e histórica.

Kilómetros recorridos 380

miércoles, 25 de noviembre de 2009

San Miguel de Allende y Mineral de Pozos

-->
Lunes de asueto y un compañero rutero se arrepentía de acompañar en esta rodada por fallas técnicas.
8 a.m. con todo preparado arriba de la moto y a pesar del frio partimos con destino a San Miguel de Allende saliendo de León hacia Silao, tomamos la ruta a Guanajuato capital y de ahí la carretera a Dolores Hidalgo que posteriormente encontramos la desviación para San Miguel de Allende.

Llegando a nuestro primer destino buscamos estacionar la moto en un lado seguro y desayunamos en un Lugar increíble llamado Café Monet, este lugar es una galería que aparte vende desayunos de cocina francesa, al entrar nos trasladamos a un café parisino donde dejamos de escuchar incluso nuestro idioma, realmente es toda una experiencia comer aquí.
Después con tanque lleno emprendemos el camino hacia San Luis de la Paz donde encontraríamos una ruta para llegar a nuestro segundo destino Mineral de Pozos un pueblo fantasma donde abundan las minas abandonadas y solo unas cuantas pueden ser visitadas.

Mina abandonada


Decidimos hacer el recorrido de la mina San Rafael y aunque se me antojo peligroso al principio, pero el hecho de ir siguiendo a mi guía (una señora de 74 años) me motivo a seguir hasta el final no sin antes ponerme un buen costalazo y una pequeña cortada en la pierna, dimos una pequeña vuelta por el pueblo fantasma y era todo. Tal vez con más tiempo hubiera recorrido más caminos que me invitan a transitar.


Mi novia a la izquierda y a la derecha nuestra heptagenaria guía



Fondo de la mina llena de agua.


Regresamos sin ingerir alimentos hasta León aunque ustedes no lo crea y gracias a ese desayuno tan apetitoso y abundante. Por poco se nos acaba la gasolina ya que en un tramo por mas de 100 kms no encontramos donde repostar afortunadamente la reserva de mi fiel caballo de acero aguanto el imprevisto.

 



Al final llegamos a las 6.30 de la tarde con un recorrido total de 420 kms.

Gracias por llegar hasta este punto del relato y nos vemos en el camino.

lunes, 19 de octubre de 2009

En Busca de las Ruinas del Fuerte del Sombrero


Los 3 caballos de acero protagonistas de esta aventura


Una mañana de domingo después de unas noches con fuerte lluvia decidimos de acuerdo a lo planeado ir a la búsqueda del dichoso fuerte, así que a las 9 a.m. y pasadas nos encontramos con una Honda Bross NXR 150 de Andrés alias “Motoso” esta vez viajaríamos más personas de las acostumbradas. Ya que acompañaban a la Pitufina la Dr 200 y además esta vez mi novia iría con nosotros.

Un poco de carretera con curvas y apenas nos empezamos a emocionar cuando tuvimos que detener para llenar el tanque, un puesto de quesadillas solitario cubriría nuestra ingesta necesaria de calorías para soportar el viaje.



Seguimos hasta el kilómetro 20 hacia la carretera a San Felipe y nos adentramos en un camino de terraceria sencillo en condiciones secas a lo que esta vez fue contrario y parecía mantequilla en sartén caliente.

En esta foto precisamente hubieramos deseado contar con una motocicleta 100% de enduro o de menos unas llantas con tachones para una mejor tracción.

Abriendo potreros y cercas improvisadas pudimos admirar unos paisajes inigualables recorrimos cada brecha de este cerro sin encontrar el fuerte, solo un sombrero abandonado.



Andrés nos pregunta en ese momento ¿Trajeron impermeable? Volteamos a ver el cielo completamente cubierto por nueves grises que pensamos que la empapada era segura y afortunadamente no paso de una cuantas gotas.

Nos regresamos un par de kilómetros por la carretera y nos dimos a la tarea de explorar las cercanías del rancho “El Sombrero” y al parecer encontramos restos del fuerte cerca de unas instalaciones de antenas de iusacel.

Un recorrido corto en kilómetros pero extenso en tiempo y aventura ya que el camino por momentos se ponía muy resbaloso y esta ocasión tuve que aprender a manejar con peso extra y créanme que es totalmente diferente al manejo solitario y afortunadamente no hubo accidentes que reportar.


Hasta la siguiente y mientras seguiremos rodando