jueves, 21 de enero de 2010

Valle de Santiago & Yuriria

Valle de Santiago

Domingo 17 de Enero de 2010.

Temprano por la mañana, después de haber sorteado ciertas vicisitudes la noche anterior, (una pinchadura sin todos los elementos necesarios para repararla) y con apenas unas horas de descanso, Edgar en su Honda Falcon 400 y yo en mi fiel Suzuki DR200 estrenando flamantes alforjas y Top case, pasamos por Alma y nos reunimos en el Arco de la Calzada, por el centro histórico de León Guanajuato. con Andrés que no es ningún otro que el mismísimo “Motoso”, siempre con tan buen talante a bordo de su Honda BROS 150 y con Beto, un compañero de ruta a bordo de una Suzuki EN 125, quien por cierto ya debe estar estrenando una Suzuki GN 125 ¡Felicidades Beto! Que te de muchos kilómetros llenos de aventura y satisfacciones.

Tomamos rumbo a Salamanca, después de atender las indicaciones de varias personas llegamos a Valle de Santiago situado a unos 90 kilómetros hacia el sur de la ciudad de Guanajuato, fundado en 1607, ha sido cuna de personajes y hechos históricos.







Nuestro objetivo era llegar al cráter conocido como “La Alberca”, llamado así porque hace años tenía bastante agua, es uno de trece cráteres que hay en la zona llamada “Lugar de las Siete Luminarias” lugar impresionante, tan grande que se pierden las proporciones, las personas se ven pequeñitas allá en el fondo.




Un par de sándwiches y jugo cortesía de Alma mientras Motoso probaba las cualidades y debilidades de la Honda Falcon NX4.







Unos kilómetros después llegamos a Rincón de Parangueo, visitamos una iglesia que a pesar de parecer abandonada, se sigue oficiando misa en su interior.









El principal atractivo es el lago-cráter, enigmático, de muy singular presencia, similar a un escenario lunar, motivador de leyendas salidas del imaginario popular tantas veces dichas que se dan como verdaderas.

Llegamos al lecho casi seco a través de un oscuro y estrecho túnel de unos 400 metros de longitud. En su deslumbrante interior se cultiva el mosco, insecto que es exportado entre otros países a Alemania como alimento para aves.



El agua es de un alto contenido en salitre motivo por el cual no es utilizada para riego. Pudimos observar a muchas personas hacer ciertos rituales para purificarse y recargarse de energía, sin lugar a dudas fue toda una experiencia.




En un tramo se nos presentó esta montaña de arena y decidimos no dejar pasar la oportunidad de subirla y fue realmente divertido ya que se siente como si fueras sobre lodo con las llantas patinando todo el tiempo.



Después enfilamos nuestras queridas máquinas hacia la Laguna de Yuriria, tristemente contaminada por el lirio acuático, es otro de los cráteres volcánicos que forman las Siete Luminarias, también se le conoce como "Yuririapundaro" o "Lago de la sangre", dicen que el agua se vuelve color rojo si algún desastre está por venir. Cuentan que originalmente esta laguna sirvió para arrojar ahí los cadáveres de esclavos sacrificados, lo que le dio el color y que ahora el alma de estos vuelve a teñirla, incluso se dice que la laguna se encuentra a la misma latitud que el mar rojo (21 grados).




En la ribera de la laguna se encuentra una buena cantidad de puestos de comida, nuestros estomaguitos hambrientos ronroneaban como los motores de nuestras monturas, por lo que nos deleitamos con unos filetes de pescado y unas tostadas de camarón a la diabla, que picaban endiabladamente y que “nos bajamos” con unas coca colas bien frías.

Anunciándose el ocaso tomamos el camino a casa, se antojaba largo debido al cansancio natural por el recorrido y a la desvelada que nos dimos arreglando la llanta. En cierta parte antes de llegar a la desviación a Salamanca, después de rebasar un buen número de vehículos de cuatro y más ruedas perdimos de vista al buen Andrés y a Beto, después supimos que llegaron bien a casa. Las motos se comportan excelente, la DR se siente cada vez más sólida y creo que más rápida.

Continuamos con el sol poniente a nuestra izquierda, pasamos junto a la refinería de Salamanca, debido a un accidente nos desviaron hacia otra carretera, pasamos Irapuato donde vimos otro infortunado accidente, esta vez hubo un motociclista herido.

Más adelante en un oscuro tramo de la autopista nos acompañaron la luna creciente y un brillante lucero, que por cierto a dos días de distancia ya no se observa. Inmerso en mis pensamientos me siento satisfecho, contento, viendo lo acontecido como un lejano sueño y como lo comentamos Edgar y yo con frecuencia, conciente de lo frágiles de nuestras vidas, un descuido propio o ajeno y ya no se es más. Pero no se puede vivir con miedo, por ahí leí: “El miedo llamó a la puerta, la confianza abrió y afuera no había nadie”. Confiemos en que regresaremos, tengamos nuestros cinco sentidos en lo que hacemos, los accidentes ocurren y sus consecuencias pueden ser fatales, pienso en los automovilistas que no solo son descorteses o descuidados sino agresivos con los demás incluyendo a los que andamos en moto. Como decía mi padre q.e.p.d. “Quien maneja tiene que cuidarse y cuidar a los demás”.

Por último les digo que esta hermosa tierra mexicana es una bendición para propios y visitantes, me siento orgulloso y agradecido de ser mexicano, de poder recorrer tan bellos caminos, contemplar tales paisajes y disfrutar de la calidez de las personas que encontramos en nuestras travesías, quienes generosamente nos regalan una sonrisa y a veces un poco de su charla.

Amigos, rueden responsablemente, con mente fría y viento a favor. ¡Hasta la próxima aventura!